¿Dónde está el dinero que se debe aplicar para el desarrollo de Yucatán?
Inmerso en su política de privilegiar la imagen en vez del desarrollo de Yucatán, el Ejecutivo del Estado ha llegado a límites inverosímiles por su falta de apoyo a los yucatecos en prácticamente todas las áreas.
Además de no realizar obras con recursos propios ni desarrollar proyectos a corto, mediano y largo plazo y de no pagar a proveedores, la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco ha decretado recortes o suspensiones totales de los apoyos a niños con capacidades especiales, a instituciones que atienden a pequeños con deficiencia alimentaria, a los henequeneros, horticultores, a pescadores para la compra de motores para sus lanchas, a ganaderos, estudiantes y jóvenes emprendedores que crearon empresas, e incluso, como venganza política, a su propia ahijada, la adolescente Sinaí Euán Frías, quien tiene diferentes problemas de salud, entre muchos casos más.
El caso más reciente fue la suspensión de la parte que le corresponde dar al Ejecutivo estatal a la Fundación Produce Yucatán, A.C., unos $4.2 millones, para el desarrollo de diversos trabajos de investigación. Sin embargo, la titular del Ejecutivo Ivonne Ortega Pacheco sí tiene para sus viajes por toda la República para “pavonearse” en informes de sus homólogos de otros estados, para promoverse políticamente o para asistir a eventos partidistas; para sus “informes ciudadanos”, para traer a Juan Gabriel para lucimiento personal durante la noche del pasado miércoles 15, para su costosa campaña de imagen, no sólo local sino a todo el país, etc.
Ante todos estos gastos superfluos, la titular del Ejecutivo no puede argumentar que por falta de dinero o, como ha intentado hacer creer, por recortes de la Federación no apoya a los yucatecos, ya que se ha demostrado que en sus tres años de “desadministración” ha contado con recursos que son históricos por su cuantía, a los que hay que sumar la deuda por casi $1,900 millones que aprobó la mayoría priísta en la LVIII Legislatura.
Además, ante la falta de aportación del Ejecutivo estatal a diferentes programas en convenio con el gobierno federal, como los Paripasu para el ramo agropecuario, se corre el riesgo de la devolución de los recursos correspondientes a la Federación, como ocurrió en 2009 con $15 millones de la Secretaría de Turismo, con el consiguiente perjuicio para los sectores a los que estaban dirigidos y, en general, para el estado.
En el colmo de la desfachatez, se está recurriendo a programas federales para subsanar las deficiencias del gobierno estatal e incluso del Ayuntamiento de Mérida, como la reciente entrega de 280 toneladas de azúcar a apicultores y los $8.360,000 del Fondo federal de Pavimentación Municipal del Ramo 23, que se anunció recibiría el Ayuntamiento de la capital para el programa de bacheo y desazolve de pozos, después que la alcaldesa Angélica Araujo Lara, a una semana de haber tomado posesión del cargo, había informado que recurriría a un préstamo para poder cumplir con esos programas básicos de mantenimiento de la ciudad.
Incluso, corren versiones de que funcionarios estatales sugirieron a los directivos de la Fundación Produce que no sigan ventilando públicamente la suspensión del apoyo, con la promesa de obtener recursos federales para cubrir la parte estatal.
La única obra cuya construcción ya comenzó, el Museo Maya se anunció que será construido mediante la figura de Proyectos para la Prestación de Servicios (PPS), o sea, será inversión privada por la que el Ejecutivo estatal tendrá que pagar una especie de renta durante muchos años.
¿Dónde está el dinero que corresponde al Ejecutivo estatal aplicar en beneficio de los yucatecos?
- Comunicación Social Diputados PAN Yucatán.
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